No se pueden dejar las preocupaciones en la puerta de casa… nunca fue tan cierto como lo demuestra un informe publicado recientemente por el CIPD (Chartered Institute of Personnel and Development).
En palabras de Charles Cotton, asesor de recompensa y rendimiento del CIPD, el organismo profesional de recursos humanos y desarrollo de personal: «Este informe arroja luz sobre cómo el bienestar financiero puede afectar no sólo a la salud de los empleados, sino también a la productividad en el lugar de trabajo. Las preocupaciones económicas afectan a las personas independientemente de su edad, sexo o nivel salarial, y uno de cada cuatro admite que repercuten negativamente en su trabajo, por lo que está claro que las organizaciones deberían centrarse en el bienestar económico como parte de su agenda laboral. Esto será cada vez más importante en los próximos 18 meses, ya que es probable que el aumento de la inflación provoque una reducción salarial y una mayor preocupación por las finanzas personales.
«Las empresas no sólo tienen el deber de cuidar a sus empleados, sino que también verán beneficiados sus resultados si invierten tiempo en desarrollar una estrategia de bienestar financiero y desempeñan un papel activo en el apoyo al personal en este ámbito. Las empresas de hoy deben considerar el impacto que las preocupaciones financieras están teniendo en la salud, la felicidad y la productividad de los empleados, y estudiar qué pueden hacer para ayudar a reducir los niveles de estrés.»
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